viernes, 10 de febrero de 2012

Acciones de esfuerzo

 

Acciones de Esfuerzo

Tal vez no te has dado cuenta, pero tus actividades de cada día son un catálogo de distintos esfuerzos. El primero es despertar a la hora necesaria y prepararte para acudir a la escuela. Una vez en ella prestas atención a las palabras de tu maestro y llevas a cabo lo que te indica.
Regresar caminando a casa, o pasar un rato dentro de un transporte incómodo también exigen tu disposición y empeño. Una vez en la casa los desafíos continúan: completar la tarea que te dejaron, ayudar a tus padres o hermanos, ordenar tus cosas. En cada una de esas acciones estás demostrando tu deseo de ser mejor cada día.

EL ESFUERZO Y TÚ

¿Cómo avanzar con pasos más firmes en ese proyecto de superación? Hay varias estrategias clave. Una de ellas es la perseverancia, que consiste en sostener tu esfuerzo todo el tiempo, sin importar que a veces las cosas no salgan como esperas ni el cansancio que experimentes.
También te ayuda la disciplina, o capacidad de conservar claras tus metas y organizar mejor tus esfuerzos para que te lleven hasta el fin que buscas, como un triunfo deportivo o una buena nota en tu trabajo. El conjunto se completa con la laboriosidad, tu dedicación a las tareas que te corresponden con cariño, tiempo y entrega.
A veces lo más difícil es comenzar, pero cuando pasa el tiempo y alcanzas a ver los frutos del esfuerzo (tu éxito en la escuela, en la práctica de un deporte o el bienestar de tu familia) verás que cada acción trae una recompensa: tu desarrollo como persona.

EL ANTIVALOR Y SUS RIESGOS

Una persona incapaz de esforzarse jamás logra realizar sus sueños y vive sujeta a aquello que la vida le da. Corre el riesgo de llevar una existencia de carencias y limitaciones en todos los aspectos.

EL VALOR EN LA HISTORIA

EL ESCULTOR SIN MANOS: ALEIJANDINHO, EL MAYOR ARTISTA DE BRASIL
Quien se esfuerza y realiza su trabajo con vocación y empeño logra lo que se propone e incluso puede superar sus limitaciones para llegar tan lejos como quiere. Tal fue el caso del brasileño Antonio Francisco Lisboa (1730-1814), también conocido como Aleijandinho.
Muchos detalles de su vida se desconocen, pero sabemos que nació en la ciudad de Vila Rica (actual Ouro Preto). Su padre era un carpintero y arquitecto portugués, llamado Manuel Francisco da Costa Lisboa, y su madre, una esclava africana. Aprendió el oficio de su padre y gracias a él conoció las técnicas de construcción. Desde muy joven se sintió inclinado por la escultura y supo manejar los distintos materiales que se hallaban disponibles en una de las zonas mineras más ricas de Brasil. Realizó sus primeros trabajos en las iglesias que construía su padre y poco a poco dominó el cincel y las técnicas vigentes en aquella época.
Su primera responsabilidad individual como arquitecto fue una capilla dedicada a San Francisco de Asís en Oro Prieto. El edificio, que existe hasta la fecha, destaca por la solidez de su estructura y los hermosos relieves que el propio Aleijandinho realizó con gran detalle y detenimiento. Su destreza lo hizo famoso y él siguió dando increíbles formas a las piedras comunes.
Cada nuevo trabajo que llevaba a cabo alcanzaba un mayor grado de perfección y belleza. Sin embargo, el destino le tenía reservada una mala sorpresa.
A los cuarenta años de edad, más o menos, empezó a padecer una grave enfermedad que le causaba debilidad y lesiones en todo el cuerpo. Hoy se piensa que podía tratarse de lepra. El mal comenzó a afectar sus piernas y también sus manos, su principal herramienta de trabajo. Fue entonces cuando le pusieron el apodo de “Aleijandinho” o “el pequeño lisiado”.
Un rico hombre de negocios, llamado Feliciano Mendes, se presentó a verlo y le propuso el encargo más importante de su vida: la construcción de doce enormes figuras humanas para colocarlas en una plaza de la ciudad de Congonhas. Para entonces Aleijandinho ya había perdido todos los dedos de las manos a consecuencia de la enfermedad y le resultaba imposible caminar con los pies. Sin embargo, el desafío renovó sus fuerzas.
Juntó a los mejores obreros que habían trabajado con él y les pidió ayuda. Ellos podían mover las piedras y cortarlas; sin embargo sólo el escultor podía dar forma a las figuras, dotarlas de rostro y cuerpo. Solicitó a sus ayudantes que le amarraran un cincel en un brazo y un martillo en el otro.
Para desplazarse por el área de las esculturas, se ató unos cojines a las rodillas y logró caminar con ellas.
Poco a poco avanzó en la obra que se convirtió en el máximo logro de su vida. Aún hoy parece increíble que las doce imponentes figuras hayan sido elaboradas por un hombre sin manos ni pies. Por eso mismo son un ejemplo vivo de los frutos que rinde la firmeza de un propósito y la disciplina para llevarlo a cabo. En la actualidad sus obras forman parte del Patrimonio de la Humanidad y Aleijandinho es considerado el artista brasileño más importante de todos los tiempos.

 

Lo que aprendiste
El esfuerzo es importante porque en él radica la posibilidad de alcanzar las metas que deseas, llevar al máximo tus posibilidades como persona y transformar la realidad que te rodea. Recuerda siempre al hombre que, a pesar de no tener manos, hizo algunas de las esculturas más hermosas que se conservan.

Educación en valores

EDUCACIÓN EN VALORES


La educación en valores, en el contexto laico que garantiza el Artículo 3ero de la Constitución Mexicana, se orienta con el referente de los derechos humanos universales. En ellos se identifica la dignidad de la persona como el bien esencial alrededor del cual se definen un conjunto de derechos válidos para todos y todas, independientemente de cualquier diferencia física, económica o cultural.
La referencia a los derechos humanos apunta a valores de una alta significación ética que se constituyen en formas de vida ideales y en comportamientos deseables. Los valores que emanan de la dignidad humana hacen referencia a la libertad, la igualdad y la fraternidad. Estos bienes comparten la remisa de que las personas son valiosas en sí mismas, que requieren trato digno y libertad para realizarse como seres humanos plenos.
A lo largo de su vida, las personas se adhieren a valores de distinto tipo, lo cual es parte de su desarrollo y libertad personales. Para alcanzar un marco ético de convivencia plural y armónica, basado en unos valores deseablemente compartidos por todos, la escuela puede y debe educar en aquellos que derivan de los derechos humanos y, por ello, considerados universales.
En ese sentido, los valores que aborda el Calendario se basan en el respeto a la dignidad humana. Son incluyente, porque en un diálogo que apele a la razón, difícilmente encontraríamos detractores a los mismos; son valores de los que todos queremos disfrutar, independientemente de nuestra cultura, religión o convicción política.
Son valores universales también porque son aspiracionales que no declinan, aparecen siempre como imperativos indispensables, casi esenciales de la naturaleza humana. no es concebible una época en la que la amistad, la tolerancia, la solidaridad no sean condiciones deseables para nuestra existencia. Actitudes como el esfuerzo y la autorregulación son requisitos necesarios para realizar los valores compartidos por la humanidad.

¿Qué son los valores?

¿Qué son los Valores?

Guía de maestros Valores Fundación Televisa

1. Los valores son convicciones profundas de los seres humanos que determinan su manera de ser y orientan su conducta. La solidaridad frente a la indiferencia, la justicia frente al abuso, el amor frente al odio.

2. Los valores involucran nuestros sentimientos y emociones. Cuando valoramos la paz, nos molesta y nos hiere la guerra. Cuando valoramos la libertad nos enoja y lacera la esclavitud. Cuando valoramos el amor y lastima el odio.

3. Valores, actitudes y conducta están relacionados. Los valores son creencias o convicciones de que algo es preferible y digno de aprecio. Una actitud es una disposición a actuar de acuerdo a determinadas creencias, sentimientos y valores. A su vez las actitudes se expresan en comportamientos y opiniones que se manifiestan de manera espontánea.

VALORES

Valoro la justicia, me duele el abuso. Se relaciona con:

ACTITUDES

Doy las mismas oportunidades a todos mis alumnos Se relaciona con:

CONDUCTA

Establezco y respeto los mismos plazos a los alumnos para que entreguen sus tareas.